¿De dónde viene?
El aceite de Argán se obtiene de las semillas del Argán (Argania spinosa), un árbol endémico de Marruecos. Sus semillas son muy ricas en vitamina E, que actúa como antioxidante. Además se componen en gran medida de ácido oleico y linoléico.
Tras un proceso de secado en el que sus frutos son expuestos al sol, se extrae la semilla de la almendra manualmente y pasa a prensarse en frío. Esto constituye un proceso mecánico ausente de productos químicos.
¿Qué propiedades tiene?
El aceite de Argán se constituye en un 80% por ácidos grasos esenciales y tocoferoles, una variedad de antioxidantes. En el restante 20% se compone también por beta-carotenoides, escualeno, fitosteroles y gamma-tocoferol. La suma de todos estos compuestos ha hecho que el aceite de Argán sea utilizado durante miles de años por los pueblos que han habitado el actual Marruecos como fundamento de la medicina natural.
¿Para qué sirve?
Aconsejamos el uso de nuestro Aceite de Argán de elaboración propia para pieles secas o muy secas que requieran un aporte extra de nutrición. Se puede añadir unas gotas sobre la crema habitual antes de su aplicación. Entre sus diferentes aplicaciones sirve como:
- Hidratante. Los ácidos grasos insaturados son responsables de conservar la estructura celular para retener el agua. El argán es rico en estos ácidos grasos, que mantendrán una hidratación óptima.
- Antioxidante. La elevada presencia de vitaminas antioxidantes como las vitaminas C o E, también conocida como tocoferol, y otros nutrientes esenciales, cuidan las diferentes capas del cutis. Además, como son antioxidantes, neutralizan los radicales libres y evitan su formación si te lo aplicas diariamente.
- Es un potente antiedad y regenerador. La acción antioxidante de las vitaminas ayuda a restaurar el metabolismo natural, reduciendo las arrugas, mejorando el estado de la piel.
- Aporta brillo, hidratación y fortaleza al cabello
